Tarifas y reembolsos
Consulta nuestras tarifas para las diferentes consultas y modalidades.
En ADAIA recomendamos, al comienzo del tratamiento, asistir a consulta con una frecuencia semanal o quincenal, y posteriormente y de acuerdo con la mejora de la persona, espaciar las consultas en el tiempo hasta el alta definitiva.
- Duración Sesiones de Adultos 1 hora
- Duración Sesiones de Niños 45 mins
Adultos
- Terapia individual 60 €
- Terapia de pareja 70 €
Niños y adolescentes
- Sesiones de conducta 50 €
- Valoración de lenguaje y aprendizaje con informe 350 €
- Valoración de capacidad 250 €
- Tratamiento de aprendizaje:
- 1 sesión semanal 130€/mes
- 2 sesiones semanales 210€/mes
Terapia psicológica y devolución del recibo
Muchos de los Seguros Médicos tienen una opción que es reembolso. Gracias a esta opción nuestros pacientes pueden obtener un reembolso de las sesiones que oscila entre un 80% a un 100% de la terapia, dependiendo de las condiciones del seguro y del tipo de seguro contratado.
Para poder disponer del reembolso de tus sesiones de psicoterapia solo tienes que disponer de «un Seguro Médico con la opción de reembolso». Se trata de pólizas distintas a las de los seguros de asistencia sanitaria o cuadro médico (en las que el asegurado abona una cantidad a la compañía aseguradora y ésta a cambio pone a su disposición un cuadro médico más o menos amplio y una serie de servicios o pruebas diagnósticas). En los seguros de reembolso el asegurado contrata con la compañía aseguradora una cantidad de dinero que puede gastar en servicios médicos y que le será reembolsado según el gasto realizado.
Casi todas las compañías disponen de esta opción. He aquí algunos ejemplos:
- DKV Top Health
- ADESLAS Extra 150.000
- AXA Optima Plus
- Caser Salud Prestigio
- Mapfre Medisalud
- Sanitas Mundi 100.000
- Cigna Reembolso
- Prescripción de la terapia por parte de un psiquiatra, médico de familia o pediatra. Esto significa que se deberá hacer una consulta con el especialista médico, puesto que esta póliza permite la libre elección de médico, no es necesario que se trate de un médico del cuadro de la aseguradora.
- Presentar el informe a la aseguradora. Sólo necesitamos llevar el informe del psiquiatra antes o al mismo tiempo que las facturas.
- Presentar las facturas de las sesiones de psicoterapia.
Sí, en general la aseguradora cubre un número limitado de sesiones al año (oscilan habitualmente entre 15 y 20 sesiones). Ampliable en algunos casos tras prescripción médica y autorización de la compañía.
Infórmate en tu aseguradora y comprueba si puedes beneficiarte.
Áreas de intervención
Si quieres entender lo que te está pasando, y porque te sientes así.
Puede que haya sucedido algo, un cambio, una pérdida o simplemente te sientes así sin saber porqué. Pasa el tiempo, no avanzas y te estancas sin disfrutar de tu vida y tus proyectos.
Si te pasa esto, o cualquier otra cosa que te preocupe, llámanos y juntos lo resolvemos.
Comenzamos con una entrevista personal en la que valoramos la situación actual y qué esperas. Con la información del entorno en el que te desenvuelves y lo que quieres cambiar, seleccionamos objetivos concretos, y si es necesario, comenzamos una terapia.
Potenciamos tu desarrollo integral, con el propósito de que adquieras los recursos para lograr tus objetivos y bienestar.
Cuando terminamos, valoramos los objetivos logrados, para que apliques lo aprendido en el futuro, de manera autónoma.
Preguntas frecuentes
Si últimamente sientes…
- Estoy muchos momentos del día muy inquieto.
- Me cuesta dormir. Me meto a la cama y empiezo a dar vueltas a la cabeza, noto sensaciones en el cuerpo, no consigo quedarme dormido, o me despierto en mitad de la noche y ya no consigo dormirme.
- Ha cambiado mi apetito. Tengo un nudo en el estómago, y me cuesta comer. O me calmo cuando como, y estoy comiendo mucho más de lo que lo hacía normalmente, incluso he tenido atracones.
- Tengo síntomas corporales que se repiten aún con tratamiento (contracturas, problemas de estómago, problemas en la piel).
- Tengo sensaciones desagradables en el cuerpo (el corazón me late muy fuerte, me mareo, siento que no puedo respirar).
- Me da miedo que me pueda pasar en cualquier momento, y no lo controle: Miedo al miedo.
- Estoy dejando de hacer cosas que antes hacía para evitar que me pase. Ya no quiero salir solo o me da miedo utilizar algunos transportes.
Si últimamente sientes…
- Estoy triste en muchos momentos del día y lloro a menudo.
- No tengo ganas de salir a la calle, sólo vestirme es un gran esfuerzo. Me metería a la cama y no saldría.
- Me siento cansado la mayoría del tiempo, da igual lo que duerma.
- Me cuesta dormir. Me meto a la cama y empiezo a dar vueltas a la cabeza, noto sensaciones en el cuerpo, no consigo quedare dormido, o me despierto en mitad de la noche y ya no consigo dormirme. O duermo demasiado, mucho más de lo que antes solía dormir.
- Ha cambiado mi apetito. (Tengo un nudo en el estómago, y me cuesta comer. O me calmo cuando como, y estoy comiendo mucho más de lo que lo hacía normalmente, incluso he tenido atracones).
- Tengo dolores que no se repiten y no se curan con tratamientos (dolores de cabeza, estómago…)
- No tengo ganas de estar con gente.
- Cuando hago cosas que antes me gustaban, ahora no las disfruto.
- Me cuesta mucho concentrarme en el trabajo o en una simple conversación.
- Siento que no valgo nada, no soy capaz de hacer nada.
Si ha fallecido, o ha salido de tu vida alguien importante, o has perdido un proyecto o etapa de tu vida y sientes…
- Han pasado meses y sientes que no avanzas.
- No puedes hablar del tema, y evitas cualquier cosa que te recuerde a esa persona.
- No puedes cambiar nada en la casa, y todo está exactamente igual que cuando la persona aún estaba contigo. Su ropa, sus cosas…
- Te cuesta salir, y seguir con tu rutina diaria.
- No tienes ganas de hablar ni conocer a nadie. No te entienden. Todo lo que hablan te parecen tonterías sin importancia.
- No disfrutas de nada, siempre esta esa enorme tristeza.
- Otras veces sientes rabia y enfado. Hacia esa persona o hacia ti mismo, por cosas que no se hicieron, o dijeron.
- Sientes que el dolor no va a parar.
Si últimamente sientes…
- Hay algo que te genera un miedo muy intenso como ir a un médico, coger el metro, los perros, pensar en la muerte, sitios públicos, las tormentas, coger el coche, montar en avión, salir de casa, estar solo, etc.
- Piensas en ello, varias veces al día, no puedes sacarlo de tu cabeza.
- Sólo pensarlo, te activa, te late fuerte el corazón, te cuesta respirar y solo quieres huir, sudas, tiemblas, se seca tu boca, te mareas…
- El miedo te está dificultando tu día a día. Empiezas a organizarte cada momento solo para evitar el miedo. Haces recorridos diferentes para ir a tu trabajo, o inventas cualquier solución para evitar el miedo.
- Empezó con una situación muy concreta, y ahora se está extendiendo a otras parecidas
Si últimamente sientes…
- Parece que una idea se ha metido en tu cabeza y se repite continuamente. No sientes que es tu idea, pero se ha metido en tu cabeza, y no puedes pararla, aunque sea desagradable para ti.
- Esa idea te dice que debes hacer algo: normalmente empieza con un simple gesto, y va evolucionando, hasta convertirse en todo un ritual. Lavarte las manos 3 veces con agua siempre fría, vestirte siempre en un mismo orden, comprobar la cerradura 5 veces, colocar las cosas en un orden exacto, decir o pensar una frase siempre antes de hacer algo…
- Tienes el sentimiento de que si no lo haces va a pasar algo realmente malo.
- Si por cualquier cosa, sale mal tú “ritual”, sientes muchísima angustia. Tienes que empezar de nuevo, y hacerlo bien esta vez.
- Te cuesta concentrarte en lo que haces, y estas cambiando tus actividades y rutinas diarias.
Si últimamente sientes…
- Tienes miedo al sobrepeso y se ha convertido en el centro de todas las preocupaciones.
- Tienes problemas con tu imagen corporal. Te quejas de que la ropa te aprieta y te marca. Nada te queda bien y sientes que siempre estás feo/a.
- Buscas adelgazar para mantener tu autoestima.
- Piensas cosas como «para gustar debo estar delgado/a», «o peso lo que quiero o soy gordo/a».
- Utilizo la comida u la dieta para dejar de pensar y sentir ciertas emociones como el enfado.
- Te pesas muchas veces al día.
- Realizas un ejercicio excesivo.
- Vistes ropas muy amplias.
- Tienes dificultades en el sueño.
- Te estás aislando de tus amigos, familiares y en general de tus seres queridos.
Si últimamente sientes…
- Relacionarte con otras personas, te pone muy nervioso.
- No sabes de qué hablar, y sientes que todos van a notar que estas nervioso, y van a pensar que eres “raro”.
- Cuando algo no te gusta o te molesta, te quedas callado, no te salen las palabras. Siento que los demás abusan de mí.
- En ocasiones explotas. Llevas tiempo guardando cosas que te molestan, y no puedes más. Un pequeño detalle te hace saltar.
- No me siento bien con los demás, me veo diferente, y a quien le va a interesar hablar conmigo, así que aíslo, y cada vez estoy más solo, esto me hace sentirme fatal.
- Evito estar a solas con una sola persona, por si nos quedamos sin conversación. Cuando estoy con grupos pienso de qué puedo hablar, o si se me notan los nervios, y no puedo concentrarme en lo que dicen los demás, así que me siento “fuera”.
Si últimamente sientes…
- Discutís constantemente. Cualquier pequeña cosa os hace saltar.
- Ya no habláis, o no os entendéis. La convivencia se ha hecho insoportable.
- No hacéis cosas juntos, o no disfrutáis juntos.
- Ha habido otra persona, queréis seguir juntos, pero está siendo muy complicado superarlo.
- Uno de los dos no puede estar sin el otro. Cada momento que os separáis le genera mucha angustia, y estáis renunciando a actividades, o eso está haciendo que discutáis mucho.
- Ya no mantenéis relaciones sexuales, o no las disfrutáis.
- Uno de vosotros, o los dos, necesitáis saber dónde está el otro, y con quién. Cada rato separados, cada persona con la que habla, cada mail, cada vez que coge el teléfono, te genera mucha ansiedad. Necesito comprobar y controlar esos detalles para calmarme.
Si últimamente…
- No tienes ganas de mantener relaciones, lo haces casi por “obligación”, y no disfrutas.
- Disfrutas en las relaciones, o en la masturbación, pero no consigues tener un orgasmo.
- Te bloqueas al mantener relaciones, y no puedes seguir. Te angustias y sientes mal, quizá por miedo o culpa.
- Sientes dolor con la penetración, aunque sea con objetos muy pequeños, o una prueba médica.
- No consigues mantener la erección, hasta completar una relación.
- Eyaculas con rapidez, y esto está bloqueando tu relación de pareja.
Si últimamente…
- ¿Inviertes mucho tiempo y energía en conseguir droga?
- No puedes pensar en otra cosa que no sea la droga, el modo de conseguirla. Parece que tu día a día gira en torno a las ella/s. El resto de las personas, interés o cosas ya no te importan tanto.
- La relación con tu familia, pareja, amigos,etc se está deteriorando»Estáis todo el día discutiendo sobre el mismo tema”
- Estás empezando a llegar tarde al trabajo, no te concentras , no lo»sacas adelante»como antes.
- Gastas mucho dinero . Tienes problemas para llegar a fin de mes…
- Sientes que tu humor cambia constantemente. Pasas de la alegría a la tristeza o agresividad de forma muy brusca.
- Últimamente tienes problemas en el sueño y a la hora de comer.
- Has intentado dejarlo pero no puedes.
- A veces piensas que tampoco es tan grave, y no entiendes porque me insisten tanto en que lo deje.
- Tienes dudas sobre si te atraen los hombres o las mujeres, y esto te está haciendo sentir mal.
- Sientes vergüenza o crees que estás haciendo algo mal, por sentirte atraído por una persona de tu mismo sexo. No sabes cómo actuar o cómo decírselo a tu familia o amigos.
- Has nacido hombre/mujer, pero desde hace tiempo estás atrapado en un cuerpo que no se corresponde con cómo te sientes.
- No quieres mirarte en un espejo, tu cuerpo te genera rechazo.
- Esto afecta a tu autoestima, a la ropa que eliges, a la pareja que quieres…
- Te ves aislado porque te sientes diferente.
- Decides ser padre/madre, y tras tiempo de intentos no llega.
- Decides probar con la reproducción asistida. El proceso es agotador.
- Cada nuevo intento te sientes más débil, cada espera te desgasta más.
- Tienes muchos miedos, y estás pendiente de cada síntoma de tu cuerpo por si es una señal.
- Si eliges el proceso de manera individual, cada vez te sientes más sola.
- Si lo haces con tu pareja, esto empieza a afectaros, dejáis de disfrutar de lo que antes os gustaba, y parece que este tema lo inunda todo.
- Cada frase que te dicen o preguntan sobre el tema, te duele, e incluso embarazos de gente querida te hace sentir triste.
- Te cuesta seguir adelante, estás triste y cansada, no tienes ganas de nada.
En la infancia y la juventud, se aprenden habilidades básicas, que necesitarán cuando sean adultos.
El niño o adolescente puede tener dificultades en la relación con sus padres, otros niños, profesores, o en el aprendizaje, afectando a su desarrollo.
Si esto está ocurriendo en tu familia, consúltanos y lo resolvemos juntos.
Las rabietas, el miedo a la oscuridad, el no querer separarse de los padres, es normal en ciertas edades. Se convierten en un problema cuando duran más tiempo, con más intensidad de lo esperado y tiene unas consecuencias claras tanto a nivel personal, como escolar y familiar. Habla con nosotros para valorar si es necesario o no un tratamiento.
El Departamento de Psicología Clínica de ADAIA es un equipo multidisciplinar que realiza la evaluación de los aspectos cognitivos, aptitudinales, afectivos, emocionales, conductuales y sociales.
Evaluamos teniendo en cuenta todo el entorno del niño, como es la familia, el Centro Escolar y en caso necesario una evaluación médica (por ejemplo por parte del pediatra, del neurólogo, etc.)
- La Primera consulta se realiza con los padres o los tutores del niño para recoger el motivo de consulta, e información del desarrollo del niño o adolescente.
- La exploración psicológica, consiste en una Evaluación individual Global, para analizar las causas de las dificultades. Si fuese necesario se pedirá la colaboración de otro especialista (neurólogo, psiquiatra, etc.)
- Paralelamente se recabará información de los distintos profesionales que trabajan en el entorno del niño, como son los profesores y tutores. Coordinación que también se mantendrá, en caso necesario, durante el tratamiento.
- Finalmente, se realiza una entrevista de devolución, donde se le hace entrega a los padres de un informe psicológico con los resultados y, en caso necesario, asesoramiento del tratamiento a seguir.
A partir de la evaluación previa, la intervención se van a centrar en dotar al niño de aquellas habilidades que necesite para poder adaptarse positivamente a su entorno, asesorar a los padres para ayudarles a modificar en ciertos comportamientos no facilitadores del aprendizaje, y en múltiples ocasiones coordinarse con el Centro Escolar para intercambiar información del niño sobre su evolución, y en caso necesario asesorar sobre los objetivos de intervención.
Dificultades más comunes en el comportamiento
Los niños y adolescentes no se comportan siempre como sus padres quisieran y cuando los padres no logran cambiar los hábitos de sus hijos, se frustran, se confunden y ya no saben qué hacer”. Desde ADAIA ofrecemos asesoramiento a padres, y también a los profesores, que les ayude a resolver de manera práctica y eficaz los problemas comunes de la infancia.
- ¿Qué hago cuando le he repetido “veinte veces” que recoja las cosas?
- ¿Tengo que darle premios si se porta bien?
- Y el castigo, ¿cuándo hay que utilizarlo? A veces siento que no hago nada, y otras que me he pasado.
- Nos tiramos toda la tarde haciendo los deberes, se levanta y no se concentra, ¿cómo hago para que se centre?
- ¿Qué hago para que deje que discutir y pelear con otros niños? ¿Y con su hermano/a?
- No quiere ir al colegio ¿qué puede estar pasándole?
- Cuando le decimos que no, se enfada y es imposible que entre en razón, ¿cómo hago para que me escuche?
Consulta en ADAIA para asesorarte en estas y otras cuestiones en relación al comportamiento de tu hijo.
Los problemas de conducta se caracterizan por comportamientos agresivos, de oposición, de desobediencia, y de desafío hacia las normas o los limites sociales. Les cuesta obtener mejores notas escolares, “chocan“ con sus compañeros y a veces aparecen asociado a otras dificultades como, emocionales, TDAH, la ansiedad…
Algunas señales…
- Quiere conseguir las cosas a través de la imposición.
- Desde edades tempranas presenta una tendencia a ser irritable, inquieto, impulsivo, revoltoso.
- Resuelven los conflictos a través de la agresividad.
- Tiene pocas relaciones sociales, son evitados por sus compañeros, no les invitan a los cumpleaños, etc.
- Son desafiantes con las figuras de autoridad: padres, profesores, educadores,etc.
- Se niegan a cumplir con sus responsabilidades
Consulta con nosotros para, tras una valoración psicológica, poder diferenciar si es “normal”, o interfiere en el funcionamiento familiar, social y académico del niño.
El TDAH agrupa un conjunto de conductas que incluyen: un exceso de movimiento, inquietud, falta de atención e impulsividad que el niño no controla. Estos síntomas pueden darse a la vez, o por separado.
Se puede detectar de los 6 años en adelante. Es muy importante detectarlo cuanto antes, pues cuanto antes se trate más fácil será que el niño se adapte a su entorno.
Algunas señales…
- Presenta dificultades para mantener la atención en algo, es descuidado.
- Le cuesta estar tranquilo, no puede parar quieto mucho tiempo en su asiento, habla mucho.
- Se adelanta a hablar antes de que pueda, interrumpe, no puede esperar.
- Estos comportamientos también suceden tanto en casa como en el colegio. El profesor suele manifestar que se mueve mucho, se distrae en clase, no termina sus tareas.
La ansiedad, los miedos y las preocupaciones son experiencias comunes en la infancia y adolescencia. Que un niño tenga miedo a la oscuridad con 3-4 años se considera totalmente normal.
La diferencia está en que los niños y adolescentes con trastornos de ansiedad suelen experimentar un miedo intenso e irracional, preocupación o inquietud que puede durar mucho tiempo y le afecta en su entorno familiar, escolar y social.
Algunas señales…
- Se queja de dolores o molestias en su cuerpo. Suele quejarse de sudores, mareos, tensión, dolor de tripa, que se ahoga e incluso se siente incómodo con su propia piel «nota cosquillitas».
- Se muestra inquieto, se mueve mucho.
- Le cuesta quedarse dormidos. Se queja de pesadillas.
- Le cuesta separarse del adulto. Tiene miedo de que no vuelvas a recogerle.
- Tienen miedo a que le pueda pasar algo malo a él/ ella, pero también a sus padres.
- Pueden tener algún hábito nervioso como morderse las uñas, tocarse el pelo, presencia de tics.
- Dice que no quiere ir al colegio u otras actividades a las que solía acudir.
- Le cuesta concentrarse y se muestran distraído y disperso.
Los niños y adolecentes en ocasiones se muestran irritables, aburridos, cansados, sin ganas, e indecisos.
¿Como diferenciar la tristeza pasajera de la depresión?
El niño o adolescente deprimido está más triste, más a menudo y durante más tiempo. Los padres e incluso profesores suelen referirse como niños enfadados, irritables, que se molestan fácilmente y siempre “están de mal humor”.
Algunas señales…
- Son frecuentes los lloros.
- Asegura que le van a pasar cosa malas, y que nunca le saldrá nada bien.
- Se enfada con facilidad. Coge rabietas. Explosiones de genio.
- Ha descuidado sus aficiones. Ha perdido el interés por sus cosas. Deja de llamar a sus amigos.
- Ha cambiado sus hábitos de comida. De repente come menos, o también puede comer más.
- Cambios en el sueño. Se desvela durante la noche o le cuesta coger el sueño. Incluso puede dormir mucho más que antes, quiere estar todo el rato en la cama.
- Habla menos que antes.
- Se siente cansado, y parece estar en “babia”.
- Dice que no le gusta como hace las cosas.
- Veo que mi hijo adolescente ha descuidado su imagen corporal. No quiere bañarse, no se arregla.
Cuando los padres deciden separase, los hijos van a vivir un proceso de duelo, ya que la familia no volverá a vivir junta más y se producirá una ruptura en la estabilidad familiar. Es una decisión que ellos no han elegido, pero que van a vivir. Puede aparecer culpa, sintiendo que ellos han provocado la separación de sus padres, otros pueden encerrarse en sí mismos y mostrarse menos comunicativos, o pueden manifestar comportamientos rebeldes o una bajada del rendimiento escolar. La reacción de cada uno depende de sus características personales y de cómo estén manejando la separación los padres.
Ayudamos al niño a adaptarse a la nueva situación familiar y a los cambios que van a venir, y a los padres a comunicarse en positivo con sus hijos para darles seguridad y evitar que las tensiones entre ellos afecten a sus hijos.
En la infancia: ¿Y si mi hijo no come bien?
Si tu hijo…
- Rechaza la comida. Parece que nunca tiene hambre. Desde que saco el babero, o empezamos a preparar la mesa, noto su malestar. Llora y rechaza los alimentos.
- Es muy selectivo. Solo quiere comer lo que ya conoce y le gusta. Es una lucha que pruebe comidas nuevas. Lo rechaza, y no quiere ni probarlo, o se lo mete a la boca, y lo escupe rápidamente. Si le forzamos vomita.
- Come pero muy lento.
- Se mete la comida a la boca, pero la deja ahí y no la traga. Hace bola.
- Vomita en casi todas las comidas.
En la adolescencia:
Los niños desde edades muy tempranas, se preocupan por su apariencia, y han aprendido del mundo adulto que la gordura es fea y a veces ven el peso normal como sobrepeso.
Los Trastornos de la Conducta Alimentaria no solo son signos de problemas con la comida, sino que son los síntomas de la forman en que la persona afronta los problemas y la vida.
Algunas señales…
A pesar de los diferentes tipos de trastornos, hay algunos aspectos comunes que pueden alertar a la familia.
- Miedo al sobrepeso que se convierte en el centro de todas las preocupaciones y que perturba el resto de las facetas de su vida.
- Problemas con la imagen corporal: esta camiseta me aprieta y me marca. Nada me queda bien. Siempre estoy fea…
- Búsqueda del adelgazamiento para mantener la autoestima.
- Maneras de pensar muy radicales «para gustar debo estar delgado/a», «o peso lo que quiero o soy gordo/a».
- Obligaciones muy rígidas. Exceso de perfeccionismo.
- Dificultades en la expresión y gestión de sus emociones. Utilizan la comida u la dieta para dejar de pensar y sentir ciertas emociones como el enfado.
- Se pesan muchas veces al día.
- Ejercicio excesivo.
- Visten ropas muy amplias.
- Dificultades en el sueño.
- Se aíslan de sus amigos, familiares y en general de sus seres queridos.
Mojar la cama se considera un problema a trabajar, a partir de los cinco años de edad.
¿Como aprenden los niños ir al baño?
La contención de la orina es un proceso que aprenden, y después se vuelve automático. El niño debe conocer las señales que le envía su cuerpo, lo identifica con la sensación de «me hago pis», y cerrar el esfínter externo hasta llegar al lugar adecuado donde hacer pis.
¿Por qué se hace pis en la cama?
Puede ser la capacidad de la vejiga no sea suficiente.
Tiene dificultades para reconocer las señales y despertarse por las noches.
Por Factores orgánicos, a veces, hay casos en los que existe una enfermedad médica, que conviene descartar.
Factores de aprendizaje: el niño no ha aprendido los hábitos adecuados o hay estresores.
¿Qué puedo hacer?
- Primero, acude al médico para descartar causas orgánicas.
- Consulta con nosotros, y diseñamos el entrenamiento en el control de esfínteres.
Todos los niños tienen momentos de dificultades para dormir. Depende de cómo actuemos, un episodio aislado, se puede convertir en una alteración importante del sueño. Es clave plantearnos cuál es nuestra reacción cuando el niño se despierta, que obtiene y qué efectos produce en la familia.
Algunas señales…
- Pesadillas. Sueños con contenido terrorífico para el niño y que suelen ir acompañadas de activación. Al despertar suele recordar lo que ha soñado. Pueden aparecer a cualquier edad más frecuente entre los 3 a los 6 años de edad.
- Terrores nocturnos. Aparecen en el primer tercio de la noche. El niño está durmiendo, y de repente se sienta bruscamente en la cama gritando. Puede parecer que está despierto, porque hablan, o a veces incluso abren los ojos, pero siguen dormidos. A la mañana siguiente no recuerda el episodio. Los terrores nocturnos aparecen en la edad preescolar, pudiendo mantenerse durante toda la infancia, y desapareciendo en la casi totalidad de los casos en la pubertad. Pueden aparecer o aumentar en momentos de fatiga o tensión emocional.
- Sonambulismo. Aparece también en el primer tercio de la noche, donde el niño se levanta de la cama durante el sueño. No suelen responder a los intentos de tratar que pare.
- Resistencia a dormir. Se trata de una dificultad aparente de iniciar el sueño determinada por la resistencia manifiesta a hacerlo o buscando diferentes excusas para evitar acostarse. El niño no sufre ningún trastorno, y son hábitos que hay que abordar de manera conductual.
Sufren y lo pasan mal o no disfrutan cuando están con otras personas. También hay otros/as que se lo hacen pasar mal a los demás porque los menosprecian, humillan, agreden o amenazan.
Las dificultades sociales se relacionan con baja aceptación, rechazo, ignorancia o aislamiento social por parte de los iguales, problemas emocionales y escolares, y desajustes a nivel psicológico.
Algunas señales…
- Prefiere no acercarse a los niños.
- Le cuesta hablar en público, y a veces prefiere callarse “por si mete la pata”.
- Se avergüenza cuando tiene que expresar lo que siente.
- Se siente inseguro en el grupo de chicos/as de su edad.
- Se queda bloqueado. “Me he quedado en blanco”.
- No sabe cómo defenderse de manera adecuada.
- Le es difícil arreglárselas cuando le “dan de lado”.
- Si le piden algo que no quiere no sabe como decir que no.
- Cuando algo le sale mal se frustra con facilidad “y la paga con los demás”.
- Le cuesta resolver los problemas que tiene con otros niños. O se calla o actúa con agresividad.
- Si los demás no hacen lo qué el quiere, explota.
Los padres se enfrentan a un mundo desconocido, con temor a no enterarse del consumo o, en el caso de descubrir que su hijo consume a no saber cómo tratarlo.
Algunas señales…
- Últimamente ha cambiado su rendimiento escolar.
- Le cuesta mucho levantarse por las mañanas.
- No cumple con sus responsabilidades.
- Tiene cambios de carácter.
- Se “esconde” de la familia, no quiere saber nada de ella.
- Está más irritable, y animo decaído, tras el fin de semana.
- Desaparecen cosas valiosas o dinero de la casa.
- Come mucho más o mucho menos.
- Oculta donde va y con quien.
- Se muestra muy rebelde.
- Ha cambiado su aspecto físico: ya no se baña, está descuidado.
Área educativa: Lenguaje y desarrollo
Se entiende por dificultades de aprendizaje cuando un niño muestra un retraso para adquirir habilidades de escucha, habla, lectura, escritura, razonamiento o habilidades matemáticas.
Lo primero que hacemos desde ADAIA es comenzar con un evaluación psicopedagógica para determinar en donde está la dificultad y en qué grado.
¿En qué consiste la evaluación?
- Se aconseja comenzar con una exploración neurológica y auditiva para descartar un posible déficit.
- Posteriormente tenemos una primera consulta con los padres donde recogemos información acerca del desarrollo general del niño, actitud de los padres ante su dificultad, cómo perciben el problema, actitud ante el mismo y las soluciones que han intentado poner en práctica.
- En un segundo paso, realizaremos una exploración psicopedagógica mediante una Evaluación individual Global. Dependerá del caso, pero generalmente se explora:
- Funcionamiento intelectual
- Lenguaje. Lectoescritura
- Memoria y Atención
- Percepción y Motricidad
- Funcionamiento emocional y social
- Paralelamente recabamos información de los distintos profesionales que trabajan en el entorno del niño, como son los profesores y tutores. Coordinación que también se mantendrá, en caso necesario, durante el tratamiento.
- Finalmente, realizamos una entrevista de devolución, donde entregamos a los padres de un informe psicopatológico que explica los resultados de dicha evolución y asesora, en caso necesario, del proceso de tratamiento a seguir con el niño o adolescente.
Si mi hijo tuviera que asistir a un tratamiento de aprendizaje, ¿En qué consistiría?
A partir de la evaluación previa, la intervención se va a centrar en compensar las dificultades detectadas. Generalmente trabajamos dos veces en semana, para un avance rápido y eficaz en los objetivos.
Realizamos una valoración cognitiva con pruebas específicas para determinar el Cociente de Inteligencia.
Son habituales las consultas de los padres acerca de los hábitos que tienen sus hijos con el estudio.
- ¿Tengo que estudiar con él?
- ¿Le ayudo a resumir para que le sea más fácil?
- Creo que no sabe planificarse y lo deja todo para el ultimo día
- ¿Puede estudiar con la música puesta?
- ¿Cual es el mejor momento para que estudie?
- ¿Se lo tiene que estudiar todo de memoria?
- Creo que no sabe que es lo principal de un texto.
- No se concentra y se dispersa continuamente.
- Me dice que se queda en blanco en el examen, ¿cómo puedo ayudarle?
En ADAIA asesoramos a padres e hijos sobre Técnicas de estudio y trabajo con el objetivo de estudio sea más sencillo y eficaz, para todos.
- Dificultades de atención.
- Trastorno por déficit de atención con o sin hiperactividad.
- Aprendizaje de técnicas mnemotécnicas.
- Dificultades para la adquisición y el manejo de la lectura y escritura.
- Problemas de comprensión lectora.
- Problemas de velocidad lectora. inadecuada fluidez.
- Dislexia.
- Digrafía.
- Disortografia.
- Expresión Escrita.
Dificultad para ejecutar funciones aritméticas, comprender conceptos básicos, y resolver problemas matemáticos.
- Trastornos del habla.
- Estimulación del habla.
- Trastornos del lenguaje oral.
Ofrecemos orientación sobre las dificultades que puedan estar teniendo los niños, tanto en el ámbito familiar como escolar. Nos desplazamos, en caso necesario, al Centro Escolar para resolver cualquier consulta que pueda tener el profesor o educador sobre el desarrollo, lenguaje y conducta del niño.
Nos trasladamos al Centro educativo para realizar exploraciones psicopedagógicas individuales o grupales. Podemos valorar los aspectos cognitivos, aptitudinales, afectivos, emocionales, conductuales y sociales del niño.
Tras aplicación de una serie de pruebas para obtener un perfil personalizado de cada alumno, generamos un programa de estrategias de aprendizaje en su grupo de referencia. Tanto en horario escolar como extraescolar. Durante el programa se informará a los padres y profesores, para cualquier duda, o consulta que tengan sobre el mismo.
Trabajamos con grupos de niños, adolescentes, adultos, profesores y padres para adquirir herramientas prácticas sobre la gestión de las emociones.
Hablamos de:
- Conocerme a mí mismo: cómo me siento, por qué y cómo utilizar mis emociones.
- Reconocer, detectar y gestionar las emociones dentro de casa y del colegio.
- Relacionarme de manera positiva con los que me rodean.
Cómo me hacen sentir, qué hago para gestionar un conflicto, cómo establezco relaciones satisfactorias, y cómo genero un ambiente de bienestar en mi entorno.
Todo a través de estrategias para gestionar emociones como el miedo, enfado, la tristeza, etc. de manera adecuada.